Nuestra subida al Montihuero por la cara norte en un día excepcional, a veces tirando a fresquito por la tormenta que cayó por la noche, pero siempre soleado y agradable, en muy buena compañía y con un nuevo compañero, gracias Toño por acompañarnos.
Echamos de menos a Pedro que tenía que comer no se que pescado en Valderas, con no se que vino fresquito. A nosotros no se nos calentó el agua y el vino ya ni nos acordamos, desde que no viene Julián…
También recordamos a Maribel…
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