A pesar de las malas previsiones nos cojimos nuestras mejores esperanzas y la mochila y nos fuimos a por la Oeste del Espigüete
Algunos ratos nos llovió, como estaba previsto, pero como estábamos mentalizados le pusimos buena cara
Otros ratos el cielo amenazaba con convertirnos en briznas humanas, la cosa se ponía fea
Pero al rato quería despejarse y nosotros seguíamos soñando con esos claros que se abrirían al mediodía.
Nos comimos el bocata al pie de la canal, esperando nuestra oportunidad, pero no quiso llegar.
Al mediodía la canal estaba mas para hacer barranquismo que para trepar y…
no teníamos el traje de neopreno…
La dijimos hasta pronto, pero pudimos constatar que la ruta promete y mucho
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